viernes

Quebrantahuesos 2013. Sensaciones.


07:00 am, empiezo a preparar la bici media horita antes de la salida, es la ventaja que tiene salir en el cajón amarillo y no tener que estar 27 horas antes para pillar buena salida. El capo Luis ya se va hacia los cajones, pero se acerca a mí para darme un último consejo: “Puedes hacerlo bien, pero no hagas el BOBO como el año pasado tirando en cabeza hasta Somport…”. Él es el jefe, uno de mis principales referentes, por no decir el principal, siempre le obedezco fielmente en todo lo que puedo, pero al terminar el día tuve que pedirle perdón y suplicarle que no viera ninguna de las fotos que salieran… que “pa’qué”…

Había hecho lo que me daba la gana.

Mi cabeza no tenía nada que ver con la de otros años, estaba bien tranquilo, no me estaba comiendo mucho el tarro durante los días previos estaba comiendo y descansando bien, pero aun así, la QH es diferente a cualquier otra prueba y siempre tienes que andar gestionando un montón de sensaciones, tanto antes como durante la misma.

Una de esas sensaciones era el “yuyu” a las masificaciones, sin embargo sabía que podía gestionarlo perfectamente. No hacía falta comerme todo el aire yo solo, pero teniendo la oportunidad de pulular las primeras posiciones, era la mejor forma de evitar sustos. En realidad, esto hizo que la cosa empezara bien: Es difícil de explicar la sensación de poder llegar al abarrotado centro de Sabiñánigo en cabeza del pelotón, junto a Milton, y dejar que todos y cada uno de los pelos de mi cuerpo se pusieran como escarpias. Fue tremendamente especial para él pasar por delante de toda su gente, y también lo fue para mí, por lo que significa este pueblo, todo su cariño, y este “color rosa” para mí.



Fue un perfecto toque en el hombro para hacerme despertar y decirme: “chavalote, despierta y disfruta de todo lo que vas a vivir en el día de hoy”. Con lo cual, la sensación que más me preocupaba estaba siendo gestionada perfectamente, a pesar de no hacer ni puñetero caso a mi principal referente encima de la bici.

Otra de las sensaciones con la que tendría que luchar a lo largo del día era la pereza, y es que, subir un Somport con las piernas aun agarrotadas, viendo un montón de “flaquitos” a tu alrededor con ganas de darte candela, otra cosa no, pero doler, duele… Y a mí, si algo me duele, me da pereza, no lo puedo evitar. Te montas películas, tarareas canciones, intentas no mirar mucho el pulsómetro, te fijas en las piernas que se gastan algunos, en los ánimos de la gente, o en los neveros que aún quedan en las cimas, cualquier cosa antes de pensar en los jadeos que empiezas a soltar.

Perdona Luis, no veas estas fotos...
 

Era momento de apretar los dientes y coronar Somport lo más adelante posible, pero sin gastar balas innecesarias, dejándose llevar las últimas centenas de metros de la subida.

Perfecto, de momento todo estaba saliendo según lo planeado. Tras gestionar el “yuyu” y la pereza, en Marie Blanque tocaba tener unas palabritas con la Señora “Euforia”. La QH empieza aquí. Hasta este punto, todo es un prólogo, una introducción, lo malo ha pasado y el principal peligro a partir de este punto es dejarte llevar por la euforia, venirse arriba, dar más de lo que debes y pencar como un palomo en los 28 kms de Portalet.



Sé que el autor de los Planes Azerbaiyán 1.0 y Azerbaiyán 2.0 se revolvería de rabia en su lecho al leer esto, pero visto el petardazo del año pasado, había que evolucionar el Plan. Dicha evolución fue germinada durante uno de los puertos de la IratiXtrem la semana anterior, y contaba con dos cobayas que permitieran extraer conclusiones más fiables: Sergio Larraz y un servidor. Era el Plan Errozate (!!).

Podría tratarse de la versión 3.0 del plan anterior, pero esto empeoraría la rabia de su autor por considerarlo una auténtica mariconada (igual, por provocar, hubiera sido interesante).

La única variación del plan era levantar un poco el pie y hacer lo duro de Marie Blanque de menos a más, manteniendo la cabeza fría y sin venirse arriba.
Llegamos arriba, y todo OK, un pasito más.

Una vez en Laruns fue como desperezarse del todo y despertar completamente, ahora sí que sí empezaba lo bueno. El grupo tendría unos 60 o así, y por delante no irían más de 8 o 10, no sé. Comer y beber bien y a disfrutar. Tenía lo que quería: llegar a pie de Portalet lo más adelante posible y con cuantas más balas sin gastar mejor, a partir de aquí, hasta donde llegue, la carretera me pondrá en mi sitio. Ya solo estar en ese grupo era un éxito, habiendo lo que allí había…

Mira que queda bien esa furgo ahi...

Me encantan las sensaciones que pueden llegar a provocarme este puerto un día de QH. Una vez más los pelos como escarpias.

Esta fue la tónica hasta un punto que no recuerdo, a falta de 3 o 4 kms para la cima, no sé, me estaba empezando a cortar de lo que quedaba de grupo, que no tendría muchos más de 20 ó 25 unidades, ya que poco a poco iba perdiendo efectivos.

No tengo una imagen clara de aquello, sólo que coroné a menos de un minutillo de ese grupo. En la bajada formamos un grupete de 4, y a comienzo de las primeras rampas de Hoz estaban tan sólo a una docena de segundos, pero no hubo manera de volver a enganchar, mis patas estaban haciendo gorgoritos… No pasaba nada, como he dicho antes, la carretera me pondría en mi sitio, y demasiado bien que allí estaba.



Coronamos Hoz, engancho una CocaCola, con cuidadín en la bajada, relevitos, aire en contra, y ya estábamos allí, en meta, deseosos de mirar lo que contaba el marcador del tiempo: 5:53:59, no me lo podía creer, entré en meta gritando de alegría, casi 5 minutos de mordisco a mi tiempo de hace un par de años. Una sorpresa ver este margen, cuando pensaba que aquello ya iba a ser muy difícil de mejorar…

Sergio, la segunda cobaya del Plan Errozate, demostró la viabilidad del mismo con un tiempazo de 5:58, tremendo una vez más.



Aun me quedaban un par de sensaciones que menear en mi cabeza:

  • Por un lado, durante semanas me he convencido de que esta sería mi última QH, tenía la sensación de que ya lo había visto todo, y que me había aportado todo lo que me tenía que aportar.
  • Pero por otro lado, tengo otra dándome vueltas desde que crucé la meta, y es tomar esto no como un punto y aparte, si no como un punto de partida para seguir creciendo, ya que aunque a las patas no es que le queden mucho margen ya, con el coco, veo que sigue quedando faena para rato.

Iremos viendo…


4 comentarios:

  1. con tu texto, he vivido la qh 2013, a pesar de poder asistir este año.
    gracias lofo

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  2. espero verte alli en 2014

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  3. Gran prueba la que os marcasteis Sergio y tú. Sin duda Qh es única y de una u otra forma hay que seguir viviendola. Enhorabuena!!!!

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  4. jeje al final funcionó!!! Ya se puede patentar, ponlo en internet y verás: "baje usted de 6 horas con el plan errozate" jajajaja
    Sin duda, el plan de un "maestro"!!!
    Y Patricia tu quebrantahuesos sí que merece una enhorabuena, descomunal!!!

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